lunes, 5 de abril de 2010

La ciencia ficción distópica (Parte I, 1920-1960)

Ilustracion: El sueño de la razón produce monstruos, de Goya.
Existen dos formas por medio de las cuales puede la ciencia-ficción hacernos sentir aprensión y hasta miedo del futuro que nos aguarda. De una de ellas ya hemos hablado en este mismo blog, se trata de las historias apocalípticas. Hoy quisiera tratar de la segunda via para temer al futuro, las historias distópicas.

Una distopía se define habitualmente como lo opuesto a una utopía, como una sociedad imaginaria injusta y opresiva en todos sus terminos, la tiranía perfecta. Por su oposición a la idea de utopía tambien es común referirse a este tipo de sociedades ficticias como anti-utopias. Es un genero estrechamente relacionado con el apocalíptico, hasta tal punto que numerosas obras poseen elementos de ambos, siendo dificil determinar cual predomina, el apocalíptico o el distópico. Esta relación nace de que, como norma habitual del genero distópico, es preciso un evento de tipo apocaliptico como punto de partida. Dicho evento justificará la existencia misma del regimen despótico, primero, como herramienta de supervivencia al desastre, y posteriormente, como unica salvaguarda ante su hipotetica repeticion. Podemos decir por tanto que sin apocalipsis previo, no puede haber distopía, ya que solo un miedo extremo puede de forma lógica conducir a una renuncia extrema a toda libertad.

Una vez queda justificado argumentalmente como puede llegar a existir una sociedad tan perversa, es el momento de explorarla. El protagonista de este tipo de relatos siempre sera un rebelde. Esto es algo que damos por supuesto, ya que el regimen tiránico que nos presenta el relato es una clara encarnacion del mal, y en la ficción lo mas habitual es que el mal deba combatirse. Pero la norma de estos relatos es que el protagonista no comience siendo el rebelde en que se convertira según avance la historia. Muy al contrario, al principio será una persona perfectamente integrada en el sistema. Puede que sienta suspicacia hacia él, pueda que incluso sienta que es injusto, que hasta se sienta oprimida, pero jamás pensaría en rebelarse contra él. Pero como no tendriamos historia si no lo hiciese, los acontecimientos acabaran por forzarle a hacerlo. Es importante observar que, aunque en muchas de estas historias aparecen como protagonistas aparentes personajes que, o bien son completamente ajenos a la sociedad presentada, extranjeros incapaces de comprenderla ni apreciarla, o bien desde un primer momento estan en abierta rebeldía contra ella, la principal función de estos personajes es abrir los ojos al personaje del que hablábamos primero. En realidad, lo mas importante que hacen en sus respectivas historias John el Salvaje o V es mostrarles a Bernard Marx o Evey Hammond hasta que punto han aceptado convertirse en esclavos, y convencerles de que merece la pena luchar. Llegados a este punto, podemos establecer que para tener una historia distópica necesitamos: una sociedad tiránica surgida de una gran catastrofe, un habitante de la misma cuya conciencia crítica es susceptible de ser despertada, un acontecimiento imprevisto que sacuda dicha conciencia, y habitualmente otro personaje que ejerza de guia al anterior.

Tambien es importante señalar que es muy común que estas historias acaben mal. El poder que enfrentan los protagonistas es demasiado grande como para aspirar a derrotarlo, y en realidad por lo que los personajes luchan es por su propia dignidad. Por morir de pie antes que vivir de rodillas, que diría el Che. En algun caso puede que el protagonista se salve, pero al precio de exiliarse de esa sociedad a la que se enfrentó. Es mas, incluso si la tirania llega a ser derrotada, el final acostumbra a dejar pendiente una incognita sobre el futuro. En el fondo, estas historias son fábulas morales, y su función es hacernos reflexionar sobre si no estamos construyendo nosotros mismos una distopía en este preciso momento. De hecho, el genero siempre ha crecido de la mano de males considerados como "efectos colaterales" del progreso tecnológico, y si bien ya a finales del siglo XIX algunas historias de clasicos como H.G. Wells, muy en particular La Maquina del Tiempo, en la que el protagonista especula sobre la posibilidad de que el mundo que esta viendo sea la consecuencia llevada al extremo de nuestra sociedad dividida en clases, empiezan a explorar el terreno y a advertir sobre el mal uso de la tecnología, realmente es al termino de la I Guerra Mundial cuando el genero de verdad despega. La primera Gran Guerra del siglo XX abrió la posibilidad de escenarios de destrucción global hasta entonces jamás imaginados, y sirvió a su vez como fermento para el crecimiento de ideologías que abogaban por el totalitarismo como precio a pagar por la utopía. La I Guerra Mundial, junto con el ascenso del fascismo y el marxismo-leninismo proyectaban una sombra ominosa sobre el futuro de la Humanidad que las artes narrativas no podían ignorar. Una vez puestos en antecedentes, es el momento de conocer algunas de las obras mas representativas de un siglo de existencia del género, advirtiendo, como siempre, que estos resúmenes contienen elementos de la trama, y en bastantes casos, monumentales spoilers.

Como la lista es larga, he preferido dividirla en dos artículos. en este primero, trataremos del periodo que va desde el fin de la I Guerra Mundial al termino de la década de los 50

Y ya que hemos hablado del bolchevismo como uno de los factores fundacionales del género, es lógico que comencemos nuestro repaso de los clásicos en Rusia. En 1922 Yevgeni Zamiatin publica Nosotros. La obra apareció primero traducida al francés, ya que el original ruso fue prohibido por la censura sovietica, no viendo la luz hasta la decada de los 50. Nosotros muestra una sociedad futura, fruto de una guerra llamada "la Guerra de los 200 años" en la que la vida esta regulada hasta en sus mas mínimos aspectos por horarios y regulaciones en busca de la máxima productividad. Los ciudadanos (llamados números) no tienen nombres, sino tan solo números de identificación. Su vida diaria esta regulada por horarios estrictos, entendiendose la misma como una prolongación de su jornada laboral. No tienen derecho a la intimidad, viven en casas de paredes transparentes, teniendo el derecho de correr las cortinas solo durante las horas designadas para la actividad sexual. Las relaciones sexuales son administradas por el Estado y están sujetas a una farragosa burocracia, con la idea de evitar la creacion de cualquier vinculo emocional considerado como irracional. Las ciudades estan cercadas por murallas que las aislan del mundo natural, considerado como salvaje y peligroso. El protagonista, un reputado ingeniero de cohetes, perfectamente convencido de la bondad del sistema en el que vive, empezara a ponerlo en cuestión al caer víctima de la pasión por una mujer, lo que hace saltar por los aires todo su esquema de valores. Finalmente se unirá a la causa de la rebelión por ella, pero acabara siendo vencido y reprogramado. No obstante la novela termina dando cuenta de que la muralla que aisla la ciudad de los bosques, refugio de disidentes y rebeldes huidos, esta siendo reforzada, lo cual nos indica que la rebelión esta lejos de haber sido vencida definitivamente.

Ilustración: cartel de la película Metropolis, con el famoso robot femenino que es su icono más reconocido.

De la Rusia post-revolucionaria saltaremos a otro laboratorio del totalitarismo, la Alemania de entreguerras, para hablar de una obra maestra del cine, una pelicula considerada habitualmente como una metafora de las luchas ideologicas de aquellos tumultuosos años, que acabaron por dar paso al nazismo. En 1927 se estrena Metropolis, pelicula dirigida por Fritz Lang, sobre un guion de su esposa Thea von Harbou. La acción tiene lugar en una futurista ciudad del siglo XXI, en la que una elite dirigente vive entregada a toda clase de lujos decadentes en los niveles mas altos de las grandes torres, mientras que las masas trabajadoras se hacinan en suburbios situados en los niveles inferiores de la ciudad, viviendo practicamente en la esclavitud. Estas masas oprimidas tienen una lider espiritual, una mujer llamada Maria. El alcalde de la ciudad, temiendo su influencia entre los desheredados, desearía intervenir contra este personaje tan molesto, pero el hecho de que abogue por la no-violencia le priva de la excusa necesaria para detenerla. Es entonces cuando cede a las sugerencias de un asesor, el clásico cientifico loco, de secuestrar a la verdadera María, y substituirla por un doble robotico (ese robot de formas femeninas tan seductoras que todos hemos visto alguna vez en algun corte de la película) que incitara a las masas a la revolución, proporcionando así la excusa perfecta. Sin embargo, cuando estalla la revuelta, resulta incontrolable y amenaza con destruir la misma ciudad. Pero mientras tanto, el hijo del alcalde que, secretamente enamorado de Maria había descendido a los niveles inferiores y visto con sus propios ojos la realidad de opresion que ocultaba su vida regalada, logra rescatar a la verdadera Maria, y lograr un acuerdo pacifico entre los revolucionarios y los dirigentes de la ciudad. Un final feliz que nos dice mucho de la delicadísima situación política de la Alemania de la época, y de los equilibrios que tuvieron que hacer los autores, cuyo mismo matrimonio acabaría fracasando por sus diferencias políticas.

Ilustracion: Aldous Huxley.

En 1932 aparece una de las novelas mas conocidas y referenciadas del género. Aldous Huxley, miembro de una familia con una larga tradición en el campo de la biología y la medicina, elige la guerra bacteriologica como camino para llevar a la humanidad al apocalipsis en su clásico Un mundo feliz. De esa destrucción nacerá una sociedad en que la ciencia y la técnica se postularán como unica salvaguarda frente al desastre. En esa sociedad, los hombres ya no nacen, son cultivados mediante clonación, y la educación consiste en un sofisticado sistema de lavado de cerebro cuyo fin último es acondicionar al futuro adulto al destino laboral que se la ha asignado previamente, ya sea como dirigente o como peon en una mina. Una sociedad rigidamente estructurada en castas, en la que el consumismo desenfrenado es norma de obligado cumplimiento, con gran cantidad de pasatiempos banales para evitar la tentación del pensamiento critico, entre los cuales están un sentido del erotismo puramente lúdico y un narcótico ansiolitico, el soma, cuyo consumo es recomendado ante cualquier atisbo de infelicidad. Bernard Marx, miembro de la casta intelectual descontento con su propio status y reputacion dentro de la misma, conocerá durante una visita rutinaria a una reserva de indigenas primitivos a un carismatico personaje, John el Salvaje. Convencido de que ha encontrado la llave para acceder a los circulos de la alta sociedad, Bernard conducirá a John al mundo "civilizado", donde, como habia calculado, producira un hondo impacto. Sin embargo, pronto comenzaran los problemas, pues John el Salvaje, carente de los condicionamientos de los "civilizados", pronto comenzara a denunciar este mundo perfecto como una tirania encubierta, y a sus civilizados habitantes como esclavos demasiado estúpidos para ser conscientes de su propia esclavitud. Con ello provocara la caida en desgracia de su protector, cuya conciencia crítica acabara despertando en este proceso, que acaba con el destierro de Bernard a un puesto provinciano, y con la destruccion de John a manos de la despiadada "civilización".

En 1936 se estrena La vida futura, producida por Alexander Korda y dirigida por William Cameron Menzies, basada en la novela de H.G. Wells La forma de las cosas venideras. El hilo conductor de la película son las diversas generaciones de una misma familia, los Cabal. La película comienza con el estallido de una segunda (estamos hablando de 1936, recordemos) guerra mundia en el año 1940 (la predicción falló por tan solo un año) que se prolonga durante décadas, y que acaba con la destrucción de la civilización, tal como la conocemos. El mundo regresa al feudalismo, con señores de la guerra y lideres tribales luchando entre si por el dominio de los pequeños reinos en los que ha quedado dividida Europa, y de los restos de la ya decadente tecnologia militar, hasta que aparecen los emisarios de una extraña organización que, desde su base en Oriente Medio, trata de reconstruir la civilización, con, como no podia ser de otro modo, la sumision a la ciencia como norma. La fuerza militar de los recien llegados pronto derrota a los señores feudales, empleando para ello una rigurosa contención, prefiriendo el uso de medios antidisturbios antes que de la fuerza letal. La película da un nuevo salto al futuro de un par de generaciones, para mostrarnos esta sociedad perfecta ya establecida, pero que en su seno empieza a dar muestras de disidencia. La sumisión total a la tecnología no es del gusto de un grupo de ciudadanos, mas inclinados hacia las artes, que hacen de la oposición hacia un nuevo proyecto de exploración espacial su bandera. Pronto estalla la violencia entre ambos bandos, lo que conduce a la ruina de esta sociedad perfecta.

Ilustración: George Orwell

Daremos ahora un salto en el tiempo, en el cual dejaremos atras la II Guerra Mundial, cuyos horrores no parecian otra cosa que confirmar las peores pesadillas de la ciencia ficción. En 1949 se publica la obra fundamental, el verdadero buque insigina del genero, la visión del futuro mas pesadillesca jamas imaginada. Una novela cuya influencia será tan grande que hoy día, incluso gente que jamas la haya leído sin duda sabe a que nos referimos cuando hablamos de una sociedad orwelliana. Cómo no, estamos hablando de 1984. George Orwell, periodista de ideas izquierdistas, que luchó como voluntario en la Guerra Civil Española, profundamente desengañado por el totalitarismo en que había degenerado la revolucion rusa, imagina un futuro de opresión absoluta, donde la privacidad no existe, pues las camaras de vigilancia de la policia política están en todas partes, incluyendo las casas de los ciudadanos, donde todo el mundo es animado a convertirse en delator, donde la censura es absoluta y las hemerotecas son continuamente revisadas para eliminar cualquier información que pueda contradecir la política actual del gobierno, donde se mantiene un estado de guerra perpetua entre potencias continentales que justifica el regimen opresivo encabezado por el tirano cuyo titulo ha pasado al imaginario popular como sinonimo del dictador perfecto, el Gran Hermano. Winston Smith, gris burocrata de esta maquinaria, entrara, de nuevo a causa de una mujer (ya empieza a ser recurrente) en contacto con la resistencia contra esta tiranía. Sin embargo, para su desgracia, acabara descubriendo que dicha resistencia no existe, que es una estratagema mas de la maquina represiva, que tambien necesita enemigos internos a los que poder represaliar públicamente.

Ilustración: el senador Joseph McCarthy, cuya "caza de brjuas" anticomunista inspiro la novela Fahrenheit 451

En 1953, en pleno apogeo del macarthismo y su pasión censora, se publica Fahrenheit 451. Obra de Ray Bradbury, muestra un mundo futuro donde la censura es absoluta. En esa sociedad está absolutamente prohibido poseer libros, encargandose a los bomberos la quema publica de los mismos. Bradbury describe un mundo hipnotizado por el entretenimiento insubstancial en forma de telecomedias banales, automoviles que corren a altas velocidades por las autopistas, y una continua propaganda sobre la inminente guerra, donde el simple hecho de salir a pasear, pudiendo en su lugar conducir un coche ostentoso, es considerado como abiertamente antisocial. El protagonista, Guy Montag, uno de los bomberos encargados de la quema de libros, al principio sintiendo curiosidad por ese mundo que combate, comienza a llevarse libros a su casa y a leerlos a escondidas. Esto le hará cuestionarse el sistema al que sirve. Ni que decir tiene que acabará siendo descubierto, teniendo que huir de la ciudad para salvar su vida. Una vez en los bosques (esto tambien se esta convirtiendo en una tendencia) conocera a los hombres-libros. Personas que han huido tambien de esa sociedad, y han decidido salvar la cultura perseguida memorizando los libros. Estos rebeldes acogeran a Montag asegurandole que conocen tecnicas para hacerle recordar cada palabra de lo que alguna vez ha leido, y que por lo tanto el sera un valioso aporte a su biblioteca humana. La historia termina con el estallido de la anunciada guerra, con los hombres-libro viendo desde su refugio como caen los misiles sobre la ciudad.

En 1954 aparece Mercaderes del espacio, obra de Frederik Pohl y Cyril M. Kornbluth. Mercaderes del espacio puede considerarse como una obra adelantada a su tiempo, ya que en una epoca en el que el terror rojo y la guerra atómica eran los temas recurrentes del género, nos plantea una sociedad futura dominada por las grandes corporaciones, donde la política ya no tiene ningun poder y las grandes firmas llegan a tener sus propios escaños en el Congreso de los Estados Unidos. Una historia que parece entroncar directamente con las fantasias cyberpunk que apareceran treinta años mas tarde. El protagonista, Mitchell Courtenay, alto ejecutivo de una importante firma publicitaria, está en la cuspide de su carrera profesional cuando una maniobra de un rival celoso por su ultimo ascenso le derriba de su posición en la cima de la pirámide. Secuestrado, es entregado como peón a una plantación en Costa Rica, donde han falseado su identidad, dejandole sujeto a un contrato laboral que es lo mas parecido a una sentencia a trabajos forzados que en esa sociedad presuntamente perfecta existe. Pero allí Courtenay contactará con la resistencia, un grupo llamado los consistas, de ideologia pseudoecologista, considerados los mayores enemigos de la sociedad. Inicialmente, Courtenay planea utilizarlos para escapar y recuperar su posición social, pero para cuando lo hace, la ideologia rebelde ya ha calado demasiado hondo en el, convirtiendole, en sus propias palabras, "en un amo que ahora despreciaba los ideales de la sociedad". Esto, naturalmente, le llevara a participar en un complot de gran envergadura, y finalmente, al exilio en la colonia espacial de Venus, una vez desenmascarado como conspirador. Una colonia que, secretamente, esta bajo control rebelde.

Pongo aquí de momento fin a esta primer repaso de algunos de los clásicos del genero. En la segunda entrega, analizaremos lo que ha dado de si desde la década de los sesenta hasta nuestros mismos días, que ha sido mucho, y muy bueno.

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